Con la participación de la Universidad Internacional de Florida y la Estatal de Colorado, en EEUU, además de la Universidad de Chile se desarrolló un proyecto para evaluar el proceso de evacuación de la población frente a la amenaza de un potencial tsunami, en la región de Los Ríos. La iniciativa fue apoyada por las autoridades locales y SENAPRED regional.

“Comprendiendo el comportamiento de evacuación ante tsunamis en Valdivia”. Así se tituló el proyecto que fue liderado por el Instituto de Investigación de Eventos Extremos de la Universidad Internacional de Florida (FIU), con la colaboración de la Universidad Estatal de Colorado (Civil & Environmental Engineering – Risk Assessment and Mitigation (RAM) Lab) y la Universidad de Chile, a través del Departamento de Geografía de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) y el Programa Riesgo Sísmico (PRS) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. Además, se contó con la participación de la Dirección de Gestión de Riesgos de Desastres, de la Municipalidad de Valdivia, el Gobierno Regional y SENAPRED de la Región de Los Ríos.

El proyecto, cuyos resultados se presentaron en agosto pasado, consistió en el diseño de un modelo que integra los modelos ambientales (modelación del tsunami generado en el sismo de Valdivia de 1960), los elementos expuestos (infraestructura, población, rutas de evacuación y zonas de seguridad) y los comportamientos previstos reportados por la comunidad en terreno.

Como parte del proceso, la información con la que se trabajó fue compartida, contrastada y evaluada con las autoridades nacionales, regionales y locales de Valdivia, quienes la validaron.

¿Por qué Valdivia?

Juan Pablo Sarmiento, director asociado del Instituto de Investigación de Eventos Extremos, de la Universidad Internacional de Florida (FIU), explica que “en reunión con SENAPRED, SHOA y la Universidad de Chile, se buscó un lugar que hubiera experimentado el impacto de un tsunami, que no tuviera estudios importantes de amenaza o riesgo y cuyas autoridades regionales y locales estuvieran dispuestas a participar e integrarse al proyecto. Se acordó trabajar sobre la Región de Valdivia (Chile), que tenía el precedente de ser el epicentro del terremoto y tsunami de Chile de 1960 (M9.5), el terremoto registrado más poderoso a nivel mundial”.

Así comenzó este proyecto en el que se desarrolló un modelo de evacuación ante tsunamis para tres sectores: Corral, Niebla y Curiñanco. Tal como lo señala Juan Pablo Sarmiento, el modelo permitirá “evaluar la capacidad de las rutas de evacuación y de los lugares de destino o puntos de encuentro empleados hasta el momento, generar escenarios de evacuación en diferentes meses del año y a diferentes horas del día, identificar posibles cuellos de botella y estimar las necesidades de infraestructura”. Además, agrega, “permitirá evaluar el impacto en la evacuación ante tsunamis debido a cambios en el uso del suelo, expansión urbana, vías y otras obras públicas”.

Con este modelo es posible conocer, por ejemplo, el tiempo que toma llegar a una zona segura, la tasa de pérdidas humanas y el número de evacuados por cada refugio de destino, entre otras estimaciones.

Contribuciones diversas

El proyecto involucró a investigadores/as de distintas disciplinas ya que el problema de evacuación por tsunamis es multidisciplinario por naturaleza y requiere de contribuciones diversas para enfrentar los desafíos.

El Programa Riesgo Sísmico de la Universidad de Chile, a través del investigador Mauricio Fuentes, trabajó en dos áreas. En primer lugar, en el modelamiento de las áreas de inundación por tsunamis, considerando el peor escenario (terremoto de 1960). Al respecto, Fuentes señala que “uno de los insumos esenciales para evaluar la evacuación era contar con una simulación detallada del comportamiento temporal de las profundidades de flujo, lo que coloquialmente podemos entender simplemente como la “inundación”. Realizar esta tarea ofrecía varios desafíos, tales como la compilación de datos de distintas fuentes de información para construir los modelos de elevación digital (topografía y batimetría) que son la base esencial para cualquier simulación numérica de tsunamis de alta resolución. En este proyecto, con los datos disponibles, se logró alcanzar una resolución máxima de aproximadamente 15 m. Sin embargo, no hay ningún impedimento para refinar aún más el cálculo de ser necesario, en la medida que se pueda acceder a datos más finos.”

La segunda contribución del PRS fue la visualización de resultados. En relación a esto, Mauricio Fuentes explica que “los modelos de evacuación entregan una gran cantidad de información y transmitir ese alto volumen de datos no es tarea sencilla. Se deben buscar formas simples de visualizar el proceso completo de evacuación. Por esto, el PRS confeccionó tres animaciones (una por cada zona de estudio) donde se resumen parte de los resultados finales de este proyecto, asociados tanto al tsunami como al proceso de evacuación”.

El equipo del Departamento de Geografía de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, integrado por la vicedecana, Carmen Paz Castro y las docentes Jocelyn Arriagada y María Victoria Soto, realizó los análisis de vulnerabilidad y exposición al riesgo de tsunami, con involucramiento de la comunidad y gobiernos locales. Asimismo, realizaron casi 300 encuestas que permitieron evaluar la percepción social del riesgo de tsunami en las diferentes localidades expuestas.

La Oficina Regional de SENAPRED, por su parte, aportó la información respecto de los puntos de destino a evacuar (refugios).

El equipo de la Universidad Estatal de Colorado estuvo conformado por Gaofeng Jia y Zhenqiang Wang, quienes estuvieron en comunicación permanente con los investigadores de la Universidad de Florida y de la Universidad de Chile, para obtener datos relevantes necesarios para construir el modelo. La información recopilada estuvo referida a la amenaza sísmica y de inundación por tsunami para las regiones estudiadas y también sobre la red de transporte, edificios, puentes, destinos de evacuación, tamaño y distribución de la población. El equipo de Colorado trabajó también en la visualización de los resultados.

La dinámica de trabajo fue de análisis y discusión colaborativa entre los equipos de Colorado, Florida y Chile, sobre aspectos tales como las zonas de estudios, supuestos del modelamiento, comunicación de resultados y visualización. Esto permitió que se alcanzaran resultados que podrán ser usados para guiar planes de mitigación y de reducción de riesgo de tsunami, en las zonas estudiadas.

Beneficios de estos tipos de modelos

Gaofeng Jia, investigador de la Universidad de Colorado, considera que estos modelos “pueden proporcionar información crítica para la reducción de riesgos. Por ejemplo, dan información relacionada al número de pérdida de vidas durante el proceso de evacuación, número de evacuados exitosamente en cada uno de los refugios”. El investigador de Colorado añade que esta información puede ser usada para guiar planes de mitigación para reducir el riesgo durante la evacuación por tsunami. “Por ejemplo, ¿cuáles son los potenciales refugios y cuántos evacuados pueden albergar?, ¿dónde hay semáforos, señalética extra?, ¿cuáles regiones necesitan implementar alguna medida de mitigación? (ampliación de calles, fortalecer la educación, alentar la evacuación a pie en vez de auto, etc.)”.

Impacto en las comunidades

Joselyn Arriagada, profesora asistente del Departamento de Geografía, de la Universidad de Chile, señala que “sin duda, un proyecto de estas características puede impactar a la comunidad, siempre y cuando se les haga partícipes de los procesos, toda vez que son los actores principales ya que conocen con profundidad su territorio y pueden tener que actuar como primeros respondedores en caso de un evento adverso. El trabajo académico y de los expertos carece de sentido si no se aplican los resultados obtenidos en el territorio, involucrando a los actores públicos, privados y a la sociedad civil”.

La académica sostiene que, en este sentido, es muy importante dar a conocer los resultados de estos estudios a las comunidades. Añade que esa comunicación debe hacerse “en un lenguaje simple, pero sustentado científicamente, de forma tal que les permita prepararse mejor e incorporar los nuevos conocimientos a sus planes de emergencia, generando trayectorias de resiliencia en función de habitar territorios más seguros”.

Jocelyn Arriagada señala que “este proyecto permite generar mayor conciencia en la población respecto a si vive o no en área de inundación por tsunami, dado que han pasado más de 60 años desde el último gran evento sísmico en la región, por lo que la percepción es difusa y existen otras prioridades al momento de tomar decisiones sobre cómo ocupar el espacio. Asimismo, es interesante contrastar las vías de evacuación oficiales que actualmente existen con aquellas que los habitantes perciben como más adecuadas y utilizan en casos de emergencia”.

Finalmente, Arriagada afirma que esta iniciativa se podría replicar a otras regiones del país, “considerando la exposición que posee nuestra costa y la alta urbanización y explotación que ha tenido nuestro borde costero, por lo que se requiere con urgencia la generación de información de calidad para la reducción del riesgo de desastres”.

Los aprendizajes

Varias son las lecciones que deja este proyecto multidisciplinario, que se distinguió por la activa colaboración entre universidades de distintos países y el apoyo de las autoridades locales.

Juan Pablo Sarmiento, de la Universidad de Florida (FIU) destaca, en primer lugar, que esta iniciativa demuestra que “es posible desarrollar un proyecto aunando esfuerzos con diferentes instituciones y expertos, recopilando información existente, empleando nuevas tecnologías para generar nuevos datos e información, sobrepasando limitantes económicas prevalentes en Latinoamérica y el Caribe”.

Por otra parte, añade Sarmiento, “se espera que el proceso sistemático empleado en este proyecto pueda ser replicado en otros países de la región, complementando y fortaleciendo los esfuerzos dirigidos a proteger vidas en áreas costeras expuestas al riesgo de tsunami”.

El investigador del PRS, Mauricio Fuentes, refuerza el aporte de este proyecto señalando que “este tipo de trabajo en colaboración nacional e internacional con diferentes instituciones nos permite potenciar las capacidades con las que contamos y también, relevar los trabajos que aquí se han venido desarrollando”.

Fuentes añade que “las simulaciones basadas en agentes (agent-based models) permiten, de manera más realista, evaluar las condiciones de toda la cadena de evacuación: tiempos de alerta, tiempos de evacuación, estado de las rutas, capacidad de los refugios, proyección de pérdidas humanas, entre otros. También, mediante los trabajos realizados en terreno, estos modelos sirven para revisar la percepción de seguridad/inseguridad de la población frente a la amenaza de tsunami. Qué tan informada está la población y medir su preparación. Con ciertos indicadores, es posible entonces establecer jerarquías de acción, y determinar qué zonas requieren una intervención inmediata o cuáles están mejor preparadas para enfrentar un potencial escenario de inundación”.