Horas antes de la irrupción del tsunami en las costas chilenas, el Programa Riesgo Sísmico, PRS, de la Universidad de Chile realizó una simulación del Mw 8.1 ocurrido en Kermadec Islands, Nueva Zelanda, ocurrido a las 16:28:31 (hora continental de Chile).
El trabajo, que estuvo a cargo del investigador Mauricio Fuentes que dirige el grupo Tsunami del PRS, entrega información adicional sobre el evento. Todo tsunami inducido por un terremoto importante es completamente dependiente de su fuente generadora. Así, para este caso, se ha utilizado la descripción detallada de la fuente sísmica calculada por profesionales del Centro Sismológico Nacional (CSN).
Mauricio Fuentes, ingeniero civil matemático y geofísico de la Universidad de Chile, señala que, “de acuerdo con la simulación, el tsunami obviamente arribará primero a los territorios insulares por estar situados en pleno océano pacífico, más cercanos a la fuente, sin embargo, el territorio continental recibiría las primeras olas de sur a norte, a unas 12 hrs desde el inicio del terremoto, es decir, alrededor de las 4 a.m. Es posible que las ciudades o comunas de Magallanes observen tiempos de arribo tardíos al estar “protegidas” al interior de una geografía complicada.”
Por otra parte, Fuentes indica que la simulación recoge las principales características físicas que permiten modelar la propagación de ondas de tsunamis de modo transoceánico. El investigador comenta “este tipo de simulaciones y estudios son relevantes porque no sólo entregan información complementaria a los tomadores de decisiones, sino que también permiten generar conciencia en la población y ayudan a aterrizar conceptos complejos en imágenes simples.”
Por otra parte, para Nueva Zelanda, este evento representa una amenaza de campo cercano, por lo que es necesario realizar un modelamiento con datos de mayor resolución. Es interesante notar que gracias a la naturaleza geográfica de la fosa de Kermadec (formada por la convergencia de las placas Pacífica y Australiana), la mayor concentración de energía se propaga en dirección perpendicular a esta fosa, haciendo que el país oceánico no reciba un impacto directo de alta energía.