El proyecto, desarrollado en estrecha colaboración entre el Programa Riesgo Sísmico y el Centro Sismológico Nacional, permite innovar en la implementación de datos GNSS para el monitoreo y caracterización de terremotos. La iniciativa, pionera en el mundo, genera datos para nuevos estudios y permite responder de mejor forma ante la emergencia, en tiempo real.

A partir de 2018, comenzó a desarrollarse esta iniciativa junto al equipo de trabajo del PTWC (Pacific Tsunami Warning Center) y de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos.

¿De qué se trata? El investigador del PRS, Sebastián Riquelme lo explica así: “en sismología están los acelerómetros, que son los equipos que miden aceleración y están los GPS, que son equipos que miden desplazamiento. Estos dos siempre se han utilizado y cada uno tiene sus limitaciones. El GPS no puede ver alta frecuencia y el acelerómetro no puede ver baja frecuencia. Por otra parte, están los sismómetros de banda ancha que cuando están muy cerca del terremoto, no sirven porque se saturan. El equipo no es capaz de medir movimientos tan fuertes, pero el acelerómetro sí puede hacerlo. El GPS puede crecer tanto como crezca el terremoto porque lo que mide es el desplazamiento de la corteza”.

Riquelme señala que el proyecto consiste en que “con estos equipos, acelerómetro y GPS, se hace un procedimiento mediante un filtro (filtro de Kalman) y se crea una nueva señal que genera la señal de velocidad, la misma que hubiera tenido el sismómetro si no hubiera saturado. A partir de este procedimiento, con estas dos señales, se crea una nueva señal que es un sismómetro de muy banda ancha que es capaz de registrar, lo que no puede hacer el instrumento más clásico. Al no saturar, se pueden medir bien los terremotos. Se puede medir la magnitud y otros parámetros”.

Aporte del proyecto

Tras un largo periodo de trabajo, el método ya está en marcha. En las pruebas ya se sabe que funciona por lo que, una vez que esté totalmente operativo podrá incorporarse al sistema de alerta de sismos en Chile. En la actualidad, se realizan las últimas revisiones y ajustes. El sistema se está aplicando en las estaciones, de la Red Sismológica chilena, que tienen la tecnología de posicionamiento en tiempo real de los GPS.

Para el investigador del PRS, éste es un avance relevante. “Creo que somos de los primeros en el mundo en hacer que el método sea operacional de verdad. Muchos han realizado pruebas, pero nosotros en Chile lo tenemos operando. Hasta ahora, los únicos que tiene este sistema son la Universidad de California, que desarrollaron el algoritmo, el PTWC y nosotros en Chile”.

Este método permite dos cuestiones importantes: genera datos para nuevos estudios y permite responder de mejor forma ante la emergencia, en tiempo real.

“Es importante, afirma Riquelme, porque se generarán muchos datos nuevos para los análisis de la sismología porque nadie tenía un sismómetro de banda ancha que no saturara. Había sólo pruebas experimentales. Ahora es un método operacional que disponibiliza este tipo de datos. Esto permitirá otro tipo de estudios “.

Por otra parte, con este método el sistema de alerta temprana se mejora porque, tal como señala el investigador, “la magnitud de un terremoto se podrá obtener 2 a 3 minutos antes (ahora son 5 a 6 minutos). Lo otro es que los datos que se generan sirven para modelar terremotos que, subsecuentemente, permiten modelar tsunamis. Así, ese tiempo también se podrá acortar porque el dato que se obtiene viene “limpio”. Los datos llegarán no saturados: los del acelerómetro, del GPS en tiempo real y del velocímetro (sismómetro). Habrá más información disponible para modelar el terremoto y tsunamis”.

En definitiva, el método es un aporte relevante para el abordaje de los terremotos tsunamigénicos.

Importancia de la Red Sismológica de Chile

Hay que destacar que cuando se concibió la Red Sismológica y se empezaron a colocar equipos a principios de los 2000, quienes lideraron este gran proyecto decidieron instalar el acelerómetro, el sismómetro y el GPS en el mismo lugar (lo que se conoce como “colocado”).

“Eso fue un acierto a nivel mundial, destaca Sebastián Riquelme. Si la Red no estuviera diseñada de esta manera, lo que hoy estamos realizando sería imposible. Los creadores de la Red, en ese sentido, fueron visionarios. Buscaron que las estaciones entregaran diversos datos que eran de interés: las aceleraciones, los campos de desplazamiento, entre otros”.

Veinte años después, el método que se está trabajando con la Universidad de California y el PTWC, requiere de una red tal como está diseñada en Chile.

“Si el GPS y el acelerómetro están lejos, no sirve. El rango máximo es 5 kms. Por eso, insisto, el diseño de la Red Sismológica en el país fue un acierto. Si no, nada de lo que estamos haciendo ahora sería posible”, concluye Sebastián Riquelme.