Quinto sismo más grande del planeta registrado instrumentalmente en los últimos 120 años con magnitud 8.8 Mw y primero en que su ruptura es observada con la tecnología de interferometría de radar (InSAR). Las víctimas fatales llegaron a un total de 525 fallecidos y cerca de 500 mil viviendas sufrieron graves daños lo que llevó a estimar un total de 2 millones de damnificados, en la peor tragedia natural vivida en Chile desde 1960.