¿Qué hemos aprendido del Terremoto de 1985? A 40 años de este fenómeno, ¿cuáles son los aprendizajes científicos y tecnológicos, institucionales, sociales y culturales de estos desastres? Con estas preguntas, comenzó el conversatorio «Terremoto del 85: Relatos y aprendizajes desde la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile», realizado el jueves 9 de enero en la biblioteca del Departamento de Geofísica de la Casa de Estudios.
En este diálogo intergeneracional, organizado por el Programa Riesgo Sísmico, participó Diana Comte, sismóloga y académica del DGF; Juliette Marin, investigadora de la línea de Memorias y Patrimonios del PRS; Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional y Alfredo Einsenberg, ex investigador del DGF desde 1961 hasta 1990 y actualmente Gerente General de GeoExploraciones S.A. En la moderación, estuvo María Constanza Flores, investigadora del CSN y comunicadora científica.
Testimonios
En su participación en el panel, Juliette Marin señaló que el terremoto del 85’ marcó memorias que son personales y, a la vez, colectivas: “Los terremotos influyen en la forma en que nos constituimos en el territorio y es parte de nuestras historias como sociedades. Todos estos relatos, son puertas de entrada o puntos de vista que nos permiten dar cuenta de una memoria colectiva que es compleja y que tiene muchas aristas”.
Por su parte, Diana Comte subrayó en los beneficios de la tecnología actual para estudiar los terremotos. Específicamente, en la importancia a la información: “La gente más joven a veces no logra comprender que antes no era natural tener libre acceso a los datos. Se los peleaban”.
Además, aportó contexto sobre los instrumentos que se usaron en la época. “Para el terremoto del 85′ había una red que fue financiada por Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) y ellos tuvieron la intuición o la suerte de acercar estaciones hacia la costa, tanto sismológicas como acelerográficas. Esto permitió tener muy buenos registros a distancias muy cortas del epicentro”, precisa.
Para Sergio Barrientos, “hay tantas cosas que hemos aprendido. Las condiciones eran distintas, las circunstancias eran distintas. Haber tenido datos, de primera calidad, nos ayudó a entender mucho más el fenómeno. Por ejemplo, el terremoto de 85’ tuvo una secuencia precursora, de dos o tres semanas, que no se presenta habitualmente. Si uno tiene observaciones, tiene datos de porqué ocurren esas cosas, se puede entender el proceso de generación de terremotos de mejor manera”.
En tanto, Alfredo Eisenberg, destaca la importancia de este sismo desde dos puntos de vista: “Por un lado, desde la ingeniería se pudo determinar que no hubo tantos daños y también se modificaron los planes de riesgo sísmico. Desde lo sismológico, fue cuán preparados estábamos para determinar datos como el epicentro o entregar otro tipo de información a las personas”.
1985+40
Con esta actividad, se dio inicio a “1985+40 años de aprendizajes ante desastres”, campaña que será desarrollada por el Programa Riesgo Sísmico de la Universidad de Chile durante todo el año.
La iniciativa conmemora tres eventos que marcaron el continente:
• Terremoto de 3 de marzo de 1985, que sacudió la costa al sur de Valparaíso, afectando brutalmente la zona central de Chile.
• Terremoto de México, 19 de septiembre de 1985, que ocurrió en el centro, sur y occidente del país, dañando considerablemente la Ciudad de México.
• La erupción del volcán Nevado del Ruiz, 13 de noviembre en Colombia, que generó lahares que arrasaron con la ciudad de Armero.
Estos tres desastres son una fuente de aprendizaje a escala regional, una toma de conciencia de nuestra importante exposición a fenómenos geofísicos intensos y de la necesidad de crear capacidades técnicas, científicas y sociales para habitar los diferentes territorios en la región.
Con esta campaña nacional e internacional, se busca avanzar en la reflexión en torno a los aprendizajes de las políticas de reducción de riesgo de desastres y la urgente necesidad de colaborar entre los países de América Latina y El Caribe.
Para más información visita: mas40.uchile.cl